Los chemtrails son uno de los grandes escándalos y enigmas de nuestro tiempo. Adentrarse en el fenómeno es sinónimo de encontrar tantas
nuevas preguntas como respuestas y no quedar nunca satisfecho con ninguna de las explicaciones, al menos no como explicación única. Hay quien cree, y no soy de las misma opinión, que se trata de
un proyecto global militar en el que empresas privadas, con sustanciosos contratos con el gobierno secreto, están involucradas. Puede que esta sea parte de la verdad, pero no toda la verdad, a mi
modo de ver.
Lo que urge en cualquier caso, no es encontrar nosotros la respuesta a este enigma, sino despertar al hecho de que nos fumigan y exigir explicaciones a quien deberia de dárnoslas, más allá de que
nos decantemos a priori por una explicación sobre el objetivo e implicados más que por otras. Despertemos de una vez al hecho de que nuestra tierra, nuestra comida, nuestros hijos, nuestros
cuerpos, nuestras casas, nuestras mascotas… están siendo fumigadas casi a diario en todo el mundo. Entendamos, por el amor de Dios, que esta es la pregunta más imperiosa que debemos hacer a unos
líderes que han demostrado que nos han vendido.
Los chemtrails son uno de los grandes escándalos y enigmas de nuestro tiempo. Adentrarse en el fenómeno es sinónimo de encontrar tantas nuevas preguntas como respuestas y no quedar nunca satisfecho con ninguna de las explicaciones, al menos no como explicación única. Hay quien cree, y no soy de las misma opinión, que se trata de un proyecto global militar en el que empresas privadas, con sustanciosos contratos con el gobierno secreto, están involucradas. Puede que esta sea parte de la verdad, pero no toda la verdad, a mi modo de ver.
Entendamos esto más allá de las ideologías, de las religiones y de las
nacionalidades.
El 12 de enero de 2011, Ted Gunderson, antiguo jefe del FBI, hacía la siguiente declaración sobre los “vertidos de la muerte” o chemtrails:
“Los “vertidos de la muerte”,
también conocidos como estelas químicas (chemtrails), se están echando y fumigando sobre los EE.UU., en Inglaterra, Escocia, Irlanda, el norte de Europa… y los he visto personalmente no solo en
los EE.UU., sino también en Méjico y Canadá.
Hay pájaros muriendo por todo el mundo, peces muriendo por centenares y millares en todo el mundo. Esto es un genocidio, esto es un asesinato cometido por las Naciones Unidas. El elemento de nuestra sociedad que está haciendo esto debe ser detenido.
Conozco dos lugares donde se encuentran estos aviones que nos echan esta mierda. Cuatro de los aviones son
del Air National Guard de Lincoln, Nebraska, y los otros aviones son de Oklahoma. He observado a los aviones en persona. Estaban parados en Nebraska, (Lincoln, Nebraska) en el Air National Guard.
No contienen ninguna marca. Son aviones grandes, tipo bombardeo, sin marcas.
Esto es un crimen, un crimen contra la humanidad, un crimen contra América, un crimen contra los ciudadanos de este gran país. Debe ser detenido.
¿Qué le pasa al Congreso? Esto tiene un efecto en su población y su gente, y sus amigos, y sus parientes y en ellos mismos. ¿Qué les pasa? ¿Qué les pasa a los pilotos que vuelan estos aviones?
Están vertiendo esta mierda, este veneno, en sus propias familias.
Alguien tiene que hacer algo con esto, alguien del Congreso tiene que dar un paso al frente y detenerlo ahora.
Gracias, soy Ted Gunderson."